La terapia de masaje ayuda a manejar el estrés
La terapia de masaje es un conjunto de técnicas manuales utilizadas para tratar diversos problemas que pueden afectar al cuerpo. Se compone principalmente con diferentes enfoques terapéuticos, como el masaje sueco, el masaje deportivo o en algunos casos los masajes eróticos. Estas técnicas son aplicadas directamente sobre la piel de la persona por las manos del terapeuta con un aceite de masaje. El tratamiento se realiza de forma cómoda y agradable para el cliente.
La terapia de masaje tiene como objetivo promover la salud y el bienestar de diferentes partes del cuerpo humano, incluyendo principalmente el sistema músculo-esquelético.
Los beneficios de la terapia de masaje
Un masaje permite relajar los músculos, reducir la tensión y el dolor. Recibir un masaje también es muy relajante y puede servir para controlar el estrés. Además, ayuda a prevenir enfermedades y mejorar la salud. Durante mucho tiempo, la terapia de masaje se consideraba un tratamiento de bienestar, pero ahora se está reconociendo como un tratamiento de salud.
¿Para quién es la terapia de masaje?
El masaje es para cualquier persona que quiera disfrutar de sus beneficios. Tanto si es joven como si es mayor, apreciarás su capacidad para adaptarlo a tus necesidades y a tu estado. Tanto si quieres relajarte como si tienes una articulación dolorida, el masaje te sentará bien.
La mayoría de las veces, los clientes acuden a la terapia de masaje por un dolor de cuello o de espalda, ¡un verdadero alivio que dura mucho tiempo!
Las principales condiciones para las que se aplica la masoterapia y los deferentes tipos de masajes son para: dolor muscular, músculos contraídos, contracturas y endurecimiento de los tendones, retención de agua, estrés psicológico y celulitis.
La terapia de masaje no requiere ninguna preparación especial y debe considerarse una práctica con un bajo riesgo de complicaciones; sin embargo, tiene algunas contraindicaciones: embarazo, trastornos de la coagulación, fracturas, lesiones cutáneas, infecciones de la piel y tumores.
Historia
Según algunas pruebas históricas, las primeras formas de la terapia de masaje nacieron entre 2.000 y 3.000 años antes de Cristo, en el Antiguo Egipto y en las zonas geográficas donde actualmente residen China e India.
En el mundo occidental, la difusión de la masoterapia y el masaje manual como una forma de terapia completa con reglas, indicaciones, contraindicaciones y normas deontológicas se debe a un médico, gimnasta y fisioterapeuta sueco, llamado Pehr Henrik Ling, que vivió entre 1776 y 1839.
Ling es conocido por ser el padre del llamado «masaje sueco», una técnica de masaje manual en la que se basan los principios básicos de la terapia moderna de masaje.
Cómo funciona la terapia de masaje
Según los expertos en terapia de masaje, el masaje manual traería beneficios a los músculos, tejidos conectivos y al cuerpo humano en general porque:
- Mejora la circulación de la sangre incluso en los vasos más pequeños (capilares). Esto da como resultado un mejor suministro de oxígeno y nutrientes a las células de los tejidos afectados; significa que funcionan mejor y se curan más rápido de cualquier daño o lesión no fatal.
- Promueve el drenaje linfático: Esto mejora la eliminación de las sustancias de desecho de los tejidos.
- Estimula la secreción de endorfinas: Las endorfinas son sustancias químicas producidas por el cerebro y tienen una poderosa actividad analgésica.
- Bloquea las señales nerviosas: Hacen que el ser humano sienta dolor y tensión músculo-tendinosa. Los que practican la terapia de masaje creen que esta última es útil en caso de: musculatura contraída, músculos adoloridos, las contracturas o el endurecimiento de los tendones, estrés psicofísico (por ejemplo, ansiedad, trastornos de ansiedad, depresión) y retención de liquidos.
Por lo tanto, la terapia de masaje está indicada para el dolor muscular, para la relajación de músculos y tendones, para una mejora del drenaje linfático y para la relajación psíquica (relajación nerviosa).
Terapia de masaje y el deporte
Los terapeutas de masaje recomiendan encarecidamente el masaje a los deportistas y atletas profesionales para reducir la fatiga posterior al entrenamiento, acelerar la recuperación y promover la relajación muscular después de su uso.
Las técnicas de masaje, que son parte de la terapia de masaje, incluyen:
- Tocando: Es la técnica con la que cada masajista comienza y termina cada sesión. Consiste en deslizar la mano sobre la piel, sin ejercer ninguna presión. Al principio de la sesión, se utiliza para preparar el cuerpo humano para el masaje posterior.
- El frotamiento: Implica una mayor presión sobre la piel, en comparación con lo que sucede al tocarla. Es una técnica esencial, porque precede y sigue a cualquier otra técnica de masaje.
- La fricción: Es un roce en el que las manos del terapeuta permanecen continuamente en contacto con la piel del paciente. La fricción permite actuar tanto en las capas superficiales como en las profundas del cuerpo.
- El amasado: Es una técnica aplicable sólo donde hay masa muscular. Consiste en levantar y mover los músculos transversalmente, ejerciendo presión del pulgar contra los otros dedos de la mano contraria. Hay dos formas de amasar: amasado superficial y amasado profundo.
- La presión: Consiste en la compresión perpendicular a la piel del cliente. Su finalidad es facilitar la reabsorción de los edemas y mejorar la circulación de la sangre, donde suele haber impedimentos.
- Percusión: Consiste en una serie de golpes rápidos, cortos y de intensidad variable, realizados por medio de los dedos, el borde de las manos o las manos ahuecadas. Los objetivos de la percusión son: mejorar la contractilidad y el metabolismo muscular, promover la vascularización de los músculos y estimular el sistema nervioso.
- Vibración: Al realizarlo, el terapeuta coloca su mano en la zona de la piel a tratar, realizando pequeños y rápidos movimientos laterales, similares a los temblores.