Categorias

Más visto

Entrevistamos a Justo Pérez Agudín, programador y experto en IA de la firma Magiquo

justo perez agudin magiquo

La inteligencia artificial (IA) es una amplia rama de la informática que se ocupa de construir máquinas inteligentes capaces de realizar tareas que generalmente requieren inteligencia humana.

La IA es una ciencia interdisciplinaria con múltiples enfoques, pero los avances en el aprendizaje automático y el aprendizaje profundo están creando un cambio de paradigma en prácticamente todos los sectores de la industria tecnológica. Gran parte de la inteligencia artificial está impulsada por los avances en el aprendizaje automático y el aprendizaje profundo .

ENTREVISTA PROFESIONAL
Comprender la diferencia entre inteligencia artificial, aprendizaje automático y aprendizaje profundo puede ser confuso.  Para aclararnos estas y otras dudas sobre la Inteligencia artificial, entrevistamos a Justo Pérez, CEO de la Agencia de desarrollo de Inteligencia Artificial MAGIQUO, experto en programación, autor de numerosos libros de éxito en lenguajes de programación y ponente habitual en conferencias sobre Inteligencia artificial y la nueva transformación industrial.

– Entrevista realizada por la periodista María Zaldívar Canal
para Expansión y Negocios / Directivos y Empresas


Hay que priorizar una Inteligencia Artificial que “hable” español

El 90% de la documentación que manejamos en nuestro día a día (en emails o periódicos) no es estructurada. Uno de los grandes retos a los que se enfrenta la Inteligencia Artificial es precisamente dominar el lenguaje humano. Justo Pérez, programador y experto en IA de la firma Magiquo aclara en esta entrevista en qué situación se encuentra esta tecnología y cuáles son los temas a debatir sobre su futuro.


– Quizás la pregunta clave es, ¿en algún momento la IA podrá sustituir a una persona en todas sus facetas?

– La Inteligencia Artificial es muy buena para asistir a los humanos en ciertas actividades concretas, en lo que los ingleses denominan las tres d: dull (tedioso), dirty (sucio) y dangerous (peligroso). “Se puede hacer que una máquina se especialice en algo y en eso será muy buena pero si le cambias de actividad ves que ya no tiene tanta capacidad de resolución. Las máquinas no son generalistas como los humanos”, dice Justo Pérez, responsable de desarrollo tecnológico de la empresa Magiquo. La firma se dedica al desarrollo de herramientas de procesamiento de lenguaje natural en español.

Magiquo - Creamos inteligencia

– El lenguaje es una de las grandes patas de desarrollo, ¿no? ¿Por qué hay tanto interés?

– Vivimos en una sociedad en la que cada uno de nosotros recibe información no estructura de forma masiva, por ejemplo a través de emails, noticias, redes sociales, documentos. El 90% de la información no está estructurada. El hecho de disponer de ella digitalizada y filtrada por la Inteligencia artificial puede dar lugar a muchas aplicaciones que sirvan para asistirnos en nuestra actividad diaria, tanto profesional como personal. Tenemos asistentes para darnos la mejor ruta en transporte público o privado y evitar atascos, buscadores de noticias, traductores simultáneos, etc.

– Podría servir también para personas con alguna discapacidad entonces…

– Imagina el potencial que tiene para personas con dificultades visuales o para ayudar a comunicar a las personas con discapacidad intelectual. En el sector legal, donde actualmente trabaja Magiquo y donde se trabaja con tanto volumen de información de un montón de fuentes, la IA puede ayudar a buscar información relevante o sentencias y que los juristas tomen decisiones. Como herramientas asistencial y de ayuda, supervisada por humanos, es por donde creo que se debería desarrollar esta tecnología.

– ¿Nos puede destacar los usos más sorprendentes de la IA en la actualidad?

– Recientemente un grupo de investigadores ha anunciado el desarrollo de una red neuronal profunda que es capaz de resolver el problema de los tres cuerpos en pocos minutos. El problema ya lo enunciaba Isaac Newton y trata de saber en tiempo real el movimiento de tres cuerpos que interactúen gravitacionalmente, dadas sus posiciones y velocidades iniciales. Imagina saber en tiempo real dónde están tres cuerpos celestes de masa diferente como la Tierra, el Sol y la Luna, teniendo en cuenta que sus gravedades se interfieren mutuamente.

Desde hace unos años también se usan algoritmos para trazar las mejores rutas de las procesiones de la madrugá de Sevilla, con ello se quieren evitar aglomeraciones y altercados como los vividos hace unos años. Otra start-up española la aplica para evitar la muerte súbita y los infartos e identificar anomalías cardíacas para hacer medicina preventiva.

– Hay usos que son más preocupantes, ¿no?

– Evidentemente también hay aplicaciones preocupantes. Por ejemplo, las redes neuronales que se usan para reconocimiento de imagen han dado muy buenos resultados tecnológicos. Son buenos buscando patrones y se han planteado aplicaciones para buscar perros perdidos o reconocer y contabilizar especies, pero el reconocimiento facial también se puede utilizar de forma cuestionable. Mira por ejemplo lo que ha ocurrido en Hong Kong, donde se ha utilizado para reconocer a los manifestantes o exponer las identidades de los policías en las revueltas. Este uso ha sido muy criticado sobre todo en lugares como Europa, donde hay una gran sensibilidad para la privacidad de los datos personales.

– ¿Hay demasiada alarma con la IA o por el contrario estamos siendo demasiado cautos?

– La tecnología no es mala ni buena en sí misma, depende de las aplicaciones. Evidentemente estamos en un momento en que hay muchas cosas que resolver y que tienen que ver con todos esos retos y planteamientos éticos que están encima de la mesa. Los conocemos todos porque los leemos en las noticias: los sesgos de los algoritmos, la privacidad, el reconocimiento facial que antes mencionábamos o la regulación de las relaciones entre humanos y máquinas. Incluso cuando algún algoritmo descubre nuevas estrategias abstractas por sí mismo. Es lo que pasó con el algoritmo que ganó al juego chino milenario Go. Los expertos no saben bien cómo funcionan estos algoritmos.

Hay autores que dicen que vamos con retraso en temas de ética. En cualquier caso es fundamental el principio de prudencia en las aplicaciones. Lo que sí creemos es que ha llegado el momento de decidir cuáles son los límites y hacia donde queremos que vayan los futuros desarrollos. Eso evitará situaciones y atropellos. La ética no puede llegar de forma reactiva como ya ha ocurrido, sino de forma preventiva. Tampoco pueden prevalecer los intereses comerciales de algunas grandes corporaciones por encima de los usos responsables.

– ¿Lo ideal sería aunar esfuerzos, que hombre y máquina colaboren?

– Es muy interesante el potencial asistencial y no de sustitución de los bots y ordenadores. Hay un autor que se usa mucho como referencia en estos temas. Es Calum Chace. Él estuvo recientemente en Madrid e imaginaba un futuro en el que las personas pudieran tener más tiempo libre para actividades de ocio o para desarrollar su faceta más creativa y humana. También se habla de la posibilidad de que sean los robots en un futuro los que coticen por nosotros.

Pero por otro lado, hay autores que hipotizan cómo será la convivencia entre seres humanos y máquinas. Por ejemplo, recientemente salía la noticia de un robot músico que había terminado la llamada sinfonía inacabada de Schubert. Todavía hoy no sabemos cuáles fueron las circunstancias por las que el autor no la terminó; igual no quiso. No se sabe. Tampoco si le gustaría lo que el robot ha hecho. Además, el compositor elegido para hacer los arreglos para orquesta reconoció que la IA no le proporcionó la partitura al dedillo, pero “le dio muchas ideas”, basadas en los dos primeros movimientos. Esto plantea dudas sobre la definición de lo que es arte.

Hay investigadores que hablan de un horizonte en el que las máquinas emularán todos los aspectos humanos. Es lo que se entiende como Singularidad, el momento en el que que la inteligencia de una máquina sea capaz de obrar por sí misma. ¿Qué pasará entonces entre humanos y máquinas si no se ha previsto? ¿habría que limitar ya mismo la eficacia de los algoritmos o las redes neuronales, aunque no desarrollen todo su potencial? Es un debate interesante que está encima de la mesa

– ¿Qué marcos de control existen o deberían existir para regular el desarrollo de la IA y su aplicación?

– Algunos países han adoptado una estrategia en materia de inteligencia artificial (Estados Unidos, Reino Unido). Otros, como España están en ello. En general dentro de la Unión Europea se está promoviendo una estrategia en materia de inteligencia artificial y de robótica, donde se establece que la IA tiene que garantizar beneficios para la sociedad, respetar la privacidad de los datos y protegerse frente a previsibles errores y ataques. Y siempre debe estar supervisada por seres humanos.
También recientemente la Fundación Innovación Bankinter hizo público el informe “ Viviendo en la era de la Inteligencia Artificial”, en el que participaron varios expertos internacionales. En él se identifican principios éticos tales como el respeto a la autonomía humana, la prevención del daño, la necesidad de afrontar el problema de los sesgos de los datos o de poner a las personas en el centro, entre otras.

– ¿En qué lugar está en España en cuanto a IA y qué medidas habría que priorizar en la actualidad?

Habría que priorizar un tecnología propia en España y, en el aspecto de PNL (que es en lo que trabaja magiquo), que “hable” español. Recientemente la RAE ha presentado Leia junto a otras empresas. Este proyecto quiere fomentar el buen uso del español. El inglés se ha posicionado como lengua dominante en el sector tecnológico, pero en las aplicaciones que tienen que ver con el procesado del lenguaje, no es lo mismo que un ordenador tire de traducción simultánea a que sepa las estructuras semánticas propias de un idioma. Y no hay que olvidar que el español es la segunda lengua más hablada del mundo, por detrás del chino.

– ¿Es el idioma lo que os diferencia de la competencia?

– El idioma y la forma que tiene nuestro cerebro, de nombre «quo», de entender el idioma. El diseño y la programación que hay detrás le ayuda a no perder el contexto, a entender sinónimos o incluso a conjugar. Nuestro primer prototipo está en fase beta pero en poco tiempo contará con un gestor documental muy potente. Desde el móvil cualquiera podrá acceder a resúmenes de sus documentos en PDF o a la información de Internet de forma precisa, es decir, sólo a la que le interesa a cada cual.

4.9/5 - (76 votos)

    Deja tu comentario

    Your email address will not be published.*

    11 − 2 =

    EXPANSIÓN Y NEGOCIOS utiliza cookies para que tengas la mejor experiencia de usuario.
    Si continúas navegando estás dando tu consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pincha el enlace para mayor información. Gracias.

    ACEPTAR
    Aviso de cookies