¿Alguna vez te has preguntado de qué está hecho el polvo?
El polvo es una mezcla de todo lo que hay en un ambiente. Desde partículas de comida a células de la piel humana hasta heces de ácaros y moho. Cada ambiente tiene un tipo de polvo diferente, y este depende de lo que haya en el interior de cada casa, de los hábitos de la gente que la habita, el polvo que entra por las ventanas o desde la calle llevado a casa en los zapatos y la ropa. Por lo que puede ser importante realizar una limpieza periódica para mantener el menor polvo posible en nuestra vivienda.
Detener los ácaros del polvo
El polvo tiene la desafortunada tendencia a depositarse muy regularmente. A veces es incluso imperativo limpiarlo todos los días. De hecho, además de su antiestético aspecto, el polvo es una fuente de alergias y, por lo tanto, perjudicial para nuestra salud. Para poner fin a este calvario y respirar un aire más saludable, la empresa de limpieza Manila nos aporta estos interesantes consejos que nos ayudarán a retrasar su aparición. Veamos cuales son.
Glicerina para tus ventanas
Al polvo le gusta pegarse a las ventanas y espejos. Como estas superficies se humedecen fácilmente, el polvo se adhiere a ellas.
El resultado: tus ventanas y espejos están siempre sucios y sin brillo. Para retrasar este inconveniente y disfrutar de una hermosa luz en tu interior, haz una mezcla especial para lavar tus ventanas y espejos. Para ello, añade unas gotas de glicerina al agua utilizada para lavar las ventanas.
El polvo es menos atraído al cristal y podrás espaciar tus sesiones de limpieza de ventanas, cristales y espejos.
Sal gruesa para tus cortinas
Las cortinas, cualquiera que sea su material, son verdaderos nidos de polvo. Afortunadamente, una solución simple y efectiva te permitirá protegerlas de forma duradera. Por lo tanto, siempre precede al lavado de tus cortinas con una sesión de remojo en agua con sal gruesa añadida.
Una vez que hayas empapado y lavado tus cortinas, simplemente ponlas de nuevo en su lugar como de costumbre. Gracias a la acción de la sal gruesa, será más difícil que el polvo se asiente en las cortinas, que se ensuciarán mucho menos rápidamente.
Trementina para muebles de madera
Los muebles de madera acostumbran a atraer el polvo. El polvo es aún más visible cuando los muebles están hechos de madera oscura. Por lo tanto, es esencial limpiar los muebles todos los días para mantenerlos limpios y brillantes. Para remediarlo, limpia tus muebles de madera con una mezcla de aceite vegetal, aguarrás y vinagre.
Usa las mismas proporciones para cada ingrediente. Esta mezcla natural nutrirá tus muebles de madera, que además atraerán menos polvo.
Cerveza para plantas verdes
La cerveza no sólo es buena para beber, siempre con moderación, por supuesto. De hecho, esta bebida demuestra ser un aliado muy eficaz para mantener las plantas verdes libres de polvo. Para usarlo en su versión casera, nada más sencillo: simplemente empapa un paño con cerveza y pásalo por las hojas de tus plantas. Estarán perfectamente limpias y brillantes.
La cerveza también hace que las hojas sean ligeramente resbaladizas, lo que hace mucho más difícil que el polvo se deposite en ellas. Un verdadero beneficio para la belleza y la salud de tus plantas.
La aspiradora para tu suelo
Nada puede destronar a la aspiradora cuando se trata de quitar el polvo del suelo. Sea cual sea el revestimiento (azulejos, parqué, alfombras, etc.), están perfectamente libres de polvo. Asegúrate de pasar la aspiradora regularmente, este hábito limitará la acumulación de polvo que puede ser tan dañino para nuestra salud. También puedes usar tu aspiradora para limpiar de una forma eficaz y profunda las zonas enteladas de tus muebles, donde también la limpieza del polvo será muy efectiva.
Las zonas enteladas de los muebles tienen una tendencia a acumular polvo, aunque a veces es posible agitar ciertos objetos de tela como los cojines, pero obviamente no se puede hacer lo mismo con una silla o con un sofá, en cuyo caso la aspiradora nos es de gran ayuda para eliminar el polvo completamente.
Limón para el plástico
El plástico tampoco escapa a los repetidos ataques de polvo. Para evitar que reaparezca demasiado rápido en tus sillas u otros artículos de plástico, límpialos con zumo de limón.
Este método natural y efectivo tiene la ventaja de no dañar el material o su color y lo preservará de un retorno demasiado rápido del molesto polvo.